Maldita Economía!

Casi como un milagro, es domingo y no llueve, debería sentirme enérgica y vivaz pero la verdad es que no. Es increíble como las cadenas y cruces de las cuales alguna vez creí haberme zafado, siguen saltando a mi espalda de vez en cuando. Si pudiera decirle que entiendo por economía, no sabría que decirle más que ha sido mi karma en los últimos 12 años de mis breves e intensos 19 años. Es que me cuesta entender que haya una ciencia que nos crea sujetos racionales y predecibles, es que de qué estamos hablando, que de vez en cuando me de un ataque de consumismo compulsivo no quiere decir que sea una maníaca y mucho menos que ese comportamiento sea racional; para que pisarnos la capa entre superheroes, somos un montón de irracionales que según el comercial de moda de esta mañana es lo que compraremos para hoy. Para mi señorita de letras, la economía es algo casi macabro, sólo imagínalo, saber que aunque sumemos, restemos, multipliquemos y dividamos, jamás pero jamás alcanzará para todos; pero eso no es lo peor, es que aunque todos sabemos eso, haya gente que justifique su sueldo diciéndonos eso como si fuese un gran descubrimiento, sin embargo, somos más estúpidos (incluyéndome) los que escuchamos semejantes barbaridades. Y aún así, hay algo que me aterra aún más, alguna vez has visto como el simple y cotidiano acto de poder comprar o no pan, se convierte de forma mágica en una fórmula. Es aquí donde más me sorprendo y me decepciono... ALÓ!!!! No somos un buen experimento de laboratorio, somos personas que vivimos y decidimos, quizás un poco aletargadas por los medios masivos de comunicación, pero escúcheme bien distinguida economía: El despertar de los tontos se acerca y su muerte es inminente. Esto no es una amenaza, es una promesa.