martes, 24 de febrero de 2009

¿Independencia?


Un señor bajito, colorín y medio regordete camina de una gran silla al pedestal, prueba el micrófono y pronuncia su discurso: --“... Si no me ha sido dado dejar consolidadas las nuevas instituciones de la República, tengo al menos la satisfacción de dejarla libre e independiente...”--. De pronto se escucha una voz que indica que se detenga el discurso del honorable, todos se miraban entre sí buscando al culpable de tal imprudencia, hasta que entre la masa aparece una pequeña joven que se desprende del tumulto, camina hacia el pedestal y pide permiso al honorable para dirigirse, a lo que este asiente incrédulo. La muchacha dice: – Disculpen mi atrevimiento distinguidísimo auditorio, mi intención nunca ha sido ofenderlos, más me preocupa el grave error que ha cometido el honorable y creo que quizás necesita un poco de ayuda. Señores oyentes nuestra patria no está libre y mucho menos independiente, así lo acredita por ejemplo la ropa que llevan puesta hoy, que si leen su etiqueta anunciará: “MADE IN CHINA” “ MADE IN TAIWAN” “MADE IN INDIA” “MADE IN USA”, agradecería que se acercará alguno de ustedes que encontrase en su etiqueta un “HECHO EN CHILITO”--. En este momento se produce un silencio absoluto mientras la gente se contorsionaba y aleteaba para ver sus etiquetas, la muchacha aguarda unos segundos para ver si alguien responde a su pregunta y luego prosigue: -- Pues a eso me refiero. Hemos sufrido una aculturación total, hoy en día da igual caminar por las calles de Nueva York o las calles de Santiago, son los mismos autos, las mismas ropas y las mismas bebidas. La ropa que usamos es Everlast, Maui and Sons, Puma, Adidas... La bebida que tomamos, Coke Cole (o Coca Cola que es lo mismo), Sprite, Crush, Ginger Ale... Los autos, Mercedes, Wolkswagen, Renault.... Si fuésemos independientes como dijo el honorable deberíamos emborracharnos con vino, chicha o mudai sin envenenarnos con la morena “cola”. Deberíamos usar chupalla, vestidos, chalas, poncho... así evitaríamos endeudarnos en sandalias, faldas, sombreros y echarpes de temporada. Nuestra televisión o más conocida como “la caja boba” cada día le hace más honor a su nombre, marginando de su pantalla tecnicolor a “japening con Ja”, “Festival de la una”, “Maravillozoo”, “Al fin del mundo”, “Venga Conmigo”, “Hágalo Usted Mismo”, “Música Libre”, “Cachureos”, “Para eso estamos”, “Viva el lunes”, “Sábado Gigante” (pero el criollo) y tantos otros, para darle cabida a programas como “Operación triunfo” , “Lazzy Town”, “Utilísima”, “Art Attack”, “Casado con hijos”, “Next” y tantos otros que no vale la pena mencionar. O por ejemplo, nos han quitado al mítico “Mago Oli” para entregarnos un perfecto ilusionista llamado “Criss Angel” que aún no se ahoga. No digo que unos programas sean mejores que otros, al contrario, sólo quiero decir que estamos invadidos de extranjerísmos que nos han hecho suprimir y coartar nuestra libertad de elección cultural. Es sabido también que Estados Unidos ha revuelto con su mano perversa la política chilena, facilitando dineros, armas y trámites. Tal vez no somos tan libres si no somos capaces de reconocer que poco a poco nos hemos convertido en un mero espejo de las situaciones aberrantes y no tan aberrantes de los “poderosos” y “globalizados”. Quizás estamos ante el mundo predecido con antelación por George Orwell en su obra “1984” donde “Guerra es paz”, “Libertad es esclavitud” e “Ignorancia es fuerza”, aparentemente vivimos en paz, mientras en Irak, Georgia, Kosovo, Kwait, África, Bolivia y Colombia la población civil sufre los embates de la guerra que han provocado las ansias colonialistas de las megapotencias. Somos innegables esclavos de los medios de producción, de nuestros propios trabajos que nos obligan a cumplir agotadoras rutinas para luego llegar a nuestros hogares y no pensar, por el agotamiento propio de la jornada laboral, ya no hay tiempo para leer, ni escribir, ni pensar y mucho menos para observar, las ideas están agonizando, mueren tendidas en las calles como las gotas de lluvias, que caen, sólo caen hasta que una pequeña mente las acumula en un recipiente para beberlas --. La audiencia estaba atónita, no podía creer lo que escuchaba. Algunas señoras se abanicaban, unos señores sólo miraban con sus ojos desorbitados. Era algo inconcebible. Pero la muchacha continuó: -- Pues si esto es libertad, que se levanten las almas muertas de los “libertadores” y den una explicación. Me resisto a este Chile resonante, eco del mundo estandarizado. De una vez por todas que se acabe esta nación enseguecida y comencemos con un pueblo vivo, atento y único. No los llamó a regresar a lo primitivo, sin embargo, los llamo a volver nuestros rostros hacia atrás y mirar lo que éramos y lo que somos. Muchas gracias pro su atención y ¡Viva Chile Libre mi alma! --. Se escuchó bullicioso el eco de la pequeña muchacha, que pronto se arregló su chaqueta, bajó del pedestal mientras estalló un aplauso general en el auditorio, ella sólo siguió su camino hacia la salida. El honorable volvió al pedestal y comenzó a hablar sobre patria, libertad y nación, mientras los grupos salían aglomerados por la pequeña puerta; este siguió hablando sin importarle la ausencia de público, terminado su discurso agradeció y se dirigió a la salida satisfecho por su labor, firma su abdicación.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Prima eres increíble, muy bueno lo que escribiste!
me habías hablado de ese ensayo, te quedo verdaderamente fantástico, muy cierto lo que dices.

te quiero.

Romina dijo...

Simplemente BRAVO!
Esa escritura es fiel enseñanza de la Sari, creo yo, que nos abrió los ojos en muchas cosas :).
Pero la arista que le tomaste al asunto es genialmente admirable. La pura e incorruptible verdad y realidad nacional.
Sigue así que amo tus textos y mantén la fidelidad a la libertad de expresión :D!